El proceso de arquitectura de información (II)

Arquitectura de Información
22/8/2006
|
Daniel Torres Burriel
Escritorio redondo con laptop, gafas, planta, celular, lápices y unas manos de mujer tecleando.

La primera parte del post simplemente pretendía describir un marco que dibujase los rasgos básicos del proceso de arquitectura de información que, en lo que a mi experiencia respecta, ha supuesto un cambio de concepción en el desarrollo de sitios web.

El objetivo de esta segunda parte es comentar cómo se ha ido dibujando el resto del proceso, tratando de no hacer referencias a los textos que en muchos momentos han iluminado la aplicación práctica de este proceso, pues no es mi intención hacer un post intelectualoide ni pseudo-académico.

Para empezar, quiero dejar constancia de que una metodología basada en entregables creo que es de las más sencillas de entender y de aplicar. ¿Qué son los entregables? Hay quien castellaniza la expresión, y los llama directamente deriverables (pronunciado en castellano bien vocalizado), pero me parece tan pretenciosa la expresión que casi prefiero dejarlo simplemente en anécdota. Pero volvamos al concepto de los entregables. Yo los concibo como la sustanciación del trabajo previo, es decir, uno o varios documentos que reflejan de una forma lo más descriptiva posible el resultado de un proceso de trabajo que es imprescidible realizar para poder llegar a ellos.

Pero no conviene centrar la atención en el objeto tangible de los entregables. stos son simplemente una excusa, un punto de referencia, una boya en el mar, en la que nos podamos fijar para no perder el rumbo de la navegación, que en este caso es el proceso de trabajo. Y si bien es cierto que una metodología basada en entregables es susceptible de ser aplicada no sólo en el proceso de arquitectura de información, creo que por la naturaleza de los objetos de trabajo de ésta, resultan sumamente interesantes.

Para empezar porque estamos tratando con conceptos que aunque no sean abstractos, es necesario manejarlos de una forma poco concreta en un primer momento, hasta que, por medio de estos documentos, podemos darle una forma sobre la que trabajar. Pongamos un ejemplo, práctico, que uso como primer documento propio de este proceso de arquitectura de información: el mapa de la web. Con toda la información con la que contamos cuando se nos plantea un sitio web, construimos un armazón sobre el que éste se va a sustentar. Eso es el mapa de la web. El armazón, el esqueleto de la misma sobre el que luego vamos a montar las tres capas que tenemos que tener siempre separadas:

  • estructura
  • presentación
  • comportamiento

Una de las ventajas de la metodología basada en entregables es que la primera variable a despejar, dentro del proceso de arquitectura de información, es decir, el mapa de la web, queda plasmado de forma inequívoca en el documento correspondiente, y a partir de él e puede continuar el trabajo de una forma consistente, incluso en el caso de que otros perfiles se incorporen al proyecto, como pueden ser analistas funcionales, creativos o incluso desarrolladores, según sea el caso.

Obviamente, no es este el final del camino, ni tan siquiera del propio entregable, ya que sobre el propio documento podremos afinar, corregir, adaptar y modificar lo que sea necesario, según entre o descubramos nuevos dastos que nos hagan cambiar el mapa de la web. Versionar el documento puede ser una opción muy efectiva a la hora de trabajar con él a la vez que lo mantenemos actualizado.

Y de ese modo habremos conseguido manejar un volumen de información que ha de aparecer en el sitio web en el que estamos trabajando. El proceso de construcción del mapa de la web nos llevará a establecer unidades de información que estructuraremos con el orden jerárquico que entendamos oportuno, de tal forma que se creen una serie de dependencias jerárquicas, en niveles, que hagan la información más manejable, más comprensible y, sobre todo, lo más consistente posible con los objetivos del sitio web en el que estemos trabajando.

El siguiente paso del proceso, una vez que se ha consolidado el mapa de la web, será el de la creación de los wireframes. De ello ya he hablado en alguna ocasión:

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7 respuestas a “El proceso de arquitectura de información (II)”

  1. Instructivo y gratificante. ¿No crees aplicable la metodología de los entregables a cualquier proceso productivo, mejorando probablemente los resultados?
    Enhorabuena por el nuevo aspecto, ha sido agradable volver de las vacaciones y descubrir los cambios.

    Salu2

    Pincho008

  2. Jorge: seguramente para muchos procesos el uso de entregables como medio de referencia me parece estupendo, pero lo que no se si queda claro en el post es que lo importante no son los entregables en sí, sino que éstos nos «empujan» a mantener una línea, a seguir unos pasos, a que se de una trazabilidad real y comprobable de que todo lo que hemos hecho, esta bien hecho.

  3. Daniel, si te interesa, hice un pequeño post en el blog donde trabajo. Justamente hablo de la metodología que estamos aplicando a la hora de diseñar la aplicación. De paso, muestro unos cuántos esbozos de wireframes que utilizamos para desarrollar y documentarnos.

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