Arquitectura de la información en la Internet de las Cosas

Arquitectura de Información
06/4/2016
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Samuel Gimeno Artigas
Escritorio redondo con laptop, gafas, planta, celular, lápices y unas manos de mujer tecleando.

Hablábamos ayer sobre la importancia de la arquitectura de información en el proceso de diseño de UX. Hoy queremos ver ese papel aplicado en un sector emergente como es la Internet de las Cosas (IoT).

Arduino Mood Cue
Foto de Marcus Brown

Si pensamos un poco en ello, el Internet de las Cosas está hoy como la web a principios de los noventa. Es una tecnología con todo por explorar, existen múltiples desafíos de UX que habrá que ir resolviendo. Pero antes de eso necesitaremos realizar una ordenación, categorización y jerarquización de la información que los sensores emiten y reciben. En esencia, cualquier dispositivo IoT es un emisor y receptor de información que, habitualmente, almacena datos en local hasta que se vuelcan en otro dispositivo (sea vía Internet o a través de un cable).

Peter Morville y Jorge Arango son dos de los expertos de arquitectura de la información más famosos actualmente, junto con Louis Rosenfeld. Los tres han escrito la cuarta edición del libro clásico de Arquitectura de la información para la web de O’Reilly. En un reciente vídeo, Morville y Arango desgranaban el futuro de la arquitectura de la información en relación con el sector IoT, con algunas ideas que merece la pena destacar:

  • Hoy es más claro que nunca que un sistema de información no es sólo alguien sentado en un ordenador, también son los relojes conectados a internet que muestran información y otro tipos de aparatos conectados que reciben y muestran información.
  • Hay una gran variedad de dispositivos para acceder y guardar información, más que nunca.
  • La arquitectura de la información ha evolucionado mucho: cuando empezamos a mitad de los 90, el foco estaba en la web y en organizar su información. Era una disciplina para unos pocos. Hoy, si los diseñadores o los desarrolladores quieren desarrollar bien su trabajo, tienen que conocer técnicas de arquitectura de la información.
  • Entonces raramente se hablaba de experiencia de usuario. Alrededor del 2000, la experiencia de usuario se desarrolló y, durante un tiempo, la experiencia de usuario eclipsó a la arquitectura de la información. Ahora se ha visto que ambas se necesitan, y hay un gran número de diseñadores de experiencia de usuario que han visto que necesitan tener una base en arquitectura de la información para realizar bien su trabajo.
  • Los arquitectos de información tienen la ventaja de poder alejarse un poco de la tecnología, en este caso IoT, para organizar la semántica. Cuando nos movemos a un mundo en el que los dispositivos de acceso son muy variados, es más importante pensar en la tecnología como una capa abstracta de mecanismos que producen y acceden a información.
  • El IoT tiene un vocabulario centrado en un marco tecnológico. La AI puede ayudar en lo que Douglas Engelbart llamó aumento de la inteligencia, que la gente tenga más y mejor información para tomar decisiones más inteligentes, lo cual confronta con la Inteligencia Artificial, donde las máquinas se vuelven más inteligentes. El IoT está ahora en su fase más “idiota”, ya que todavía estamos en la etapa de sacar partido a la tecnología y no en complementar la parte tecnológica y la humana para generar una mejor experiencia de usuario.
  • Sin embargo, estamos en una fase muy interesante, porque está por ver cómo IoT cambiará la manera de relacionarnos con nuestro entorno más cercano.

Como ya hemos dicho en otras ocasiones, IoT tiene que evolucionar hacia un internet de la gente. Lo que Morville llama “abandonar la fase idiota” y ver cómo unir el lado tecnológico y el lado humano para crear una buena experiencia de usuario y que el IoT sea algo útil y no un mero juguete tecnológico con el que pasar el rato, sino the next big thing. Por un lado, si ponemos mucho el foco en la tecnología, perdemos el foco sobre el producto y el usuario.

Por otro, como en todas las disciplinas nuevas, tendremos que trabajar en crear una buena metodología de diseño, donde se unan técnicas de arquitectura de la información y diseño de experiencia de usuario para trabajar conjuntamente.

Probablemente, aún estemos lejos de las predicciones de Engelbart de los años 60, pero el IoT aplicado está ayudando a tomar mejores decisiones y mejorar progresivamente la vida de mucha gente, como en el caso del sector salud.

En Torresburriel Estudio tenemos años de experiencia analizando y rediseñando la arquitectura de la información de productos o servicios digitales, sea un sitio web, un dispositivo wearable o una app móvil. Escríbenos y cuéntanos tu proyecto.

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