Beneficios de tener un blog si trabajas en UX

Experiencia de usuario
17/12/2015
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Daniel Torres Burriel
Escritorio redondo con laptop, gafas, planta, celular, lápices y unas manos de mujer tecleando.

Cualquiera que trabaje en entornos digitales puede observar, sin ningún tipo de problema, cómo una estrategia de comunicación y de posicionamiento de palabras clave sigue siendo hoy día la existencia, mantenimiento y optimización de un blog. A través de él se pueden publicar contenidos absolutamente planificados, calendarizados y alineados con la estacionalidad que cada cual determine, en aras de posicionar unas ciertas palabras clave y contenidos relacionados con la materia de la que verse el proyecto digital.

En términos de experiencia de usuario la existencia de un blog de este tipo siempre contribuye de forma positiva en la medida en la que un usuario puede localizar con cierta facilidad un contenido a través de buscadores (patrón absolutamente habitual) o en redes sociales (patrón igualmente habitual, pero con connotaciones diferentes).

Pero este post no pretende desarrollar la idea del blog en esos términos. Digamos que pretendemos echar la vista atrás y tratar de explicar los beneficios de un blog en función del desarrollo profesional, en este caso dentro del sector de la experiencia de usuario.

Os he de reconocer que cuando doy clase en diferentes escuelas de negocios, y en UX Learn, aún me «escandalizo» cuando pregunto a los alumnos «¿quién tiene un blog?», y apenas nadie levanta la mano. ¿Por qué me «escandalizo»? Porque trabajando en un entorno digital me cuesta trabajo comprender cómo se puede mantener un ritmo de entrenamiento, aprendizaje y actualización de conocimiento sin escribir en un blog. Y cuando digo escribir en un blog me refiero a escribir, investigar fuentes, recopilar contenidos, filtrarlos, editarlos, seleccionar los adecuados, pensar en el mejor formato de los elementos no textuales, etc.

Por ello este post.

¿Qué ventajas tiene escribir en un blog si te dedicas a la experiencia de usuario? Voy a tratar de describirlas.

  1. Obliga a leer. Y aunque esto parezca un consejo de profesor de primaria, es fundamental que a través de la lectura pausada, analítica, obtengamos un entrenamiento que nos permita una transición de la lectura en diagonal a la lectura analítica. Sólo a través de este modo podremos extraer y obtener información de valor de entre la variada oferta de conocimiento que está disponible en internet.
  2. Obliga a escribir. Que aunque sea una perogrullada de libro, la práctica de la escritura sistematizada sigue siendo uno de los mejores entrenamientos a la hora de optimizar la forma en la que comunicamos las ideas que posteriormente habremos de trasladar en nuestra práctica profesional. Ni qué decir tiene, la escritura sistematizada va a proporcionarnos unas habilidades de enfoque extraordinarias cuando se trata de aportar puntos de vista diferentes ante una misma, aparente, realidad.
  3. Proporciona entrenamiento en la localización de información. Y es que sin el manejo de fuentes no tenemos más que nuestra experiencia profesional, que no es poco por otro lado, para poder explicar, proponer y plantear retos profesionales. La localización y selección de fuentes de información cambia, y de qué manera, con el devenir de los tiempos, y hemos de estar preparados para adaptarnos a los nuevos contextos de información. En el caso contrario, nos veremos superados por la realidad y no nos daremos cuenta de ello.
  4. Es una magnífica forma de aprender a filtrar información. De ese modo, aún contando con unas excelentes, actualizadas y fiables fuentes de información, podremos optimizar y extraer los contenidos más adecuados para nuestro propósito. Ni toda la información que podemos encontrar es fiable, ni está completa, ni tiene por qué estar necesariamente alineada con el contexto o perspectiva con la que la necesitamos. Un correcto filtrado de la información disponible es vital para asegurar la credibilidad y validez de nuestros argumentos.
  5. Nos da las claves a la hora de seleccionar el formato de la información que vamos a comunicar. Y creedme que en 2015 me cuesta un cierto trabajo volver a escribir que los diferentes formatos de información que tenemos a nuestra disposición van mucho más allá del texto. Imágenes, vídeos bajo demanda, mapas, PDFs, presentaciones, infografías, líneas de tiempo, streams de texto, audio o vídeo, aplicaciones empotradas, etc. Todos los recursos disponibles que están a nuestra disposición constituyen un abanico de tal envergadura que es complicado seleccionarlos, hacer uso de ellos y combinarlos, de tal modo que sin un entrenamiento (que además no está alienado con el corto plazo sino que se trata de algo que necesita de tiempo y constancia para consolidarse en nuestra caja de herramientas) será complicado que lleguemos a un punto de optimización idóneo.

Vale, pero en este punto quizá alguien se pueda preguntar que los puntos anteriores pueden ser perfectamente válidos para cualquier perfil profesional, y no necesariamente beneficiosos para quienes nos dedicamos a la experiencia usuario. Puede que sí, desde luego. Y de hecho son válidos para cualquiera. Pero quienes trabajamos en el ámbito de la experiencia de usuario tenemos ciertas obligaciones:

  • Debemos entrenar la visión global de un proyecto, de un sector de negocio y de los recursos disponibles para llevarlo a buen puerto.
  • Debemos contar con una caja de herramientas que permita proponer y planificar la implementación de soluciones adecuadas a cada una de las debilidades de diseño que podamos detectar.
  • Debemos desarrollar una especial habilidad y eficiencia para la investigación en cualquier tipo de canal que exista en el entorno digital.
  • Es imprescindible que conozcamos las posibilidades técnicas de los diferentes formatos y medios de información disponibles en el entorno digital y en todos los canales que en él se hallan presentes.
  • Tenemos, sí o sí, que saber vivir en entornos en los que la observación sea pieza clave a la hora de diferenciar lo importante de lo accesorio.

Es por ello que a través de un blog en el que escribamos con la periodicidad que nos podamos permitir, podemos adquirir y entrenar unas habilidades que serán pieza importante en el desarrollo de nuestras habilidades en el sector de la experiencia de usuario.

Y como siempre, si alguien quiere complementar lo aquí dicho, negarlo, o refutarlo, los comentarios están abiertos.

PD.: un post como este no tiene (apenas) enlaces a fuentes, imágenes ni otros elementos de forma premeditada, ya que una decisión de diseño es prescisamente no contar con ello para tratar de fijar el foco en los contenidos de texto.

Contacta con nosotros, y cuéntanos tu proyecto. Te enviaremos una propuesta adaptada a tus necesidades y presupuesto.

¿Quieres darnos tu impresión sobre este post?

6 respuestas a “Beneficios de tener un blog si trabajas en UX”

  1. Bravo Daniel

    Yo apuntaría que creando un blog tenemos a disposición propia y de los demás, un repositorio del que echar mano cuando surgen dudas en nuestro día a día debido al nivel de información que manejamos.

    Un saludo

  2. Bravo Daniel

    Yo apuntaría que creando un blog tenemos a disposición propia y de los demás, un repositorio del que echar mano cuando surgen dudas en nuestro día a día debido al nivel de información que manejamos.

    Un saludo

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