Descubrimiento progresivo: la potencia sin control no sirve de nada

Experiencia de usuario
13/2/2018
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Torresburriel Estudio
Escritorio redondo con laptop, gafas, planta, celular, lápices y unas manos de mujer tecleando.

Mucho se ha hablado en el pasado sobre el término «descubrimiento progresivo» (progressive disclosure, en inglés) y parece que sigue siendo tendencia. Fue a principios de los años ochenta, cuando los especialistas en interfaz de usuario John M. Carroll y Mary Rosson en su trabajo de laboratorio para IBM en 1983, descubrieron que ocultar la funcionalidad avanzada desde el principio llevaba a un mayor éxito de uso más adelante.

Este término se refiere a que, a veces, mostramos a los usuarios funcionalidades avanzadas incluso antes de que tengan tiempo de asimilar todas las funcionalidades básicas. Es recomendable que las funcionalidades se muestren poco a poco, progresivamente. El objetivo es reducir la carga cognitiva, haciendo los productos digitales más fáciles de aprender y menos propensos a errores. Tognazzini, en su versión revisada y mejorada de sus principios básicos de diseño de interacción, ya lo menciona en los apartados de Hallabilidad (Discoverability) y Sencillez (Simplicity).

Descubrimiento progresivoFotografía de Thomas Schlosser en Flickr, bajo licencia Creative Commons.

Un buen reto de diseño en un proceso de onboarding es asegurar un acompañamiento adecuado e incremental, pero completo, que ayude al usuario a hacer más usable y más amable la transición en el uso continuado de una aplicación. Esto no siempre es sencillo, y los diseñadores de interacción se enfrentan a un dilema sobre las expectativas del usuario:

  1. El usuario desea más potencia, funcionalidades y suficientes opciones que cumplan todas sus necesidades.
  2. El usuario demanda simplicidad. No quieren leerse un manual o tener que configurarse a su medida la herramienta.

El descubrimiento progresivo puede ser una forma de satisfacer estos dos requisitos aparentemente contradictorios. Mostrar las funciones más importantes permitiendo revelar las funciones secundarias sólo cuando el usuario las solicita, permitiendo al resto ignorarlas.

Por ejemplo, en un comercio electrónico, se suelen mencionar algunos atributos clave del producto en un listado, pero no es hasta que el usuario accede a la página propia del producto que ve todas las especificaciones completas. Las páginas de nivel superior contienen conceptos genéricos y descripciones simplificadas, y las páginas de nivel inferior completan los detalles para aquellos usuarios que desean saber más.

Beneficios del descubrimiento progresivo

El descubrimiento progresivo ayuda a mejorar tres componentes de la usabilidad: la capacidad de aprendizaje, la eficiencia de uso y las tasas de error. Cuando algo se muestra en la pantalla, implícitamente comunicamos al usuario que es una opción relevante. Si el usuario es la primera vez que utiliza un producto digital, debemos ayudarle a priorizar su atención mostrando las funcionalidades que sean más útiles para ellos con mayor probabilidad. Con ello se consiguen tres cosas:

  1. Evitar errores en la utilización del producto digital.
  2. Ahorrar tiempo evitando revisar funcionalidades que no necesitan.
  3. Reducir la sensación de abrumamiento para el usuario, sobre todo en entornos nuevos. A las personas no les gusta el cambio o las situaciones donde tienen la sensación de no tener el control.

Para los usuarios avanzados, tener una visión de lo más importante también les ahorra tiempo porque evitan tener que leer una larga lista de características que rara vez usan. La investigación demuestra que ocultar determinadas funciones más complejas no construye un modelo mental limitado del sistema en el usuario, sino al contrario, asegurando un mejor aprendizaje y uso del sistema.

Cómo aplicar el descubrimiento progresivo

Como se ha comentado utiizar la técnica de «progressive disclosure» puede ser muy adecuado para conseguir orientar a los usuarios hacia la consecución de sus tareas, pero si se usa de forma inapropiada puede ocasionar problemas de usabilidad, derivando en frustración.

No se debe simplificar eliminando funciones necesarias, dice Tognazzini. Hay que investigar qué funcionalidades son las más demandadas por los usuarios, y cuáles son imprescindibles para su trabajo diario. Y luego priorizar entre ellas para mostrar aquellas más adecuadas.

Para que se realice correctamente la técnica de diseño de interacción hay varias cosas que debe tener en cuenta:

  • Hay que separar correctamente las funciones y elementos principales y secundarios, priorizando todo aquello que los usuarios necesitan con frecuencia por adelantado, para que solo lleguen a la pantalla secundaria en ocasiones excepcionales.
  • La lista principal de funcionalidades no puede ser muy larga, para conseguir enfocar la atención de los usuarios en los asuntos importantes.
  • La pantalla inicial no debe contener funciones o instrucciones confusas, ya que eso ralentizará el rendimiento del usuario y aumentará las probabilidades de error.
  • Debe ser obvio cómo los usuarios progresan desde los niveles primarios a secundarios, mediante los elementos de interacción adecuados.
  • El diseño debe facilitar encontrar la información relevante con el mínimo esfuerzo para el usuario (Information Scent, en inglés), relacionado también con la teoría del rastreo en la búsqueda intensiva de información (Information foraging, en inglés, término acuñado por Pirolli y Card) que explica que siempre realizamos una evaluación de coste vs. beneficio para alcanzar un objetivo donde el coste es la cantidad de recursos consumidos cuando realizamos una actividad elegida y el beneficio es lo que obtenemos.

En las aplicaciones de escritorio el descubrimiento progresivo suele ser una norma de diseño, ya que aparecen multitud de comandos, funcionalidades y opciones que no pueden ser mostradas directamente. En referente a plataformas web, como imaginarás, también ha sido ampliamente utilizado al plantear la arquitectura y estructura de la información. Especialmente en dispositivos móviles, dado el tamaño limitado de la pantalla.

Investigación para apoyar el descubrimiento progresivo

La clave para implementar correctamente el descubrimiento progresivo es detectar qué información es importante en cada paso en base a las necesidades detectadas. ¿Cómo lo hacemos?

En el Estudio empleamos diferentes técnicas para detectar cuáles son las necesidades del usuario en cada punto del proceso: entrevistas en profundidad con usuarios y stakeholders, análisis heurístico y cuantitativo de la aplicación, investigación de la arquitectura de la información mediante Tree Tests o técnicas de Card Sorting y User Journeys, entre otras. Todas estas metodologías nos ayudan a identificar los problemas, necesidades y expectativas del usuario, ofreciendo una propuesta de solución lo más alineada posible con los objetivos del proyecto y del negocio.

En Torresburriel Estudio trabajamos proyectos de diseño de servicios y productos digitales en los que la investigación de usuarios es un elemento fundamental del proceso. Podemos ayudarte en el proceso aplicando técnicas como las entrevistas personalizadas o la investigación etnográfica. Si es tu caso, contacta con nosotros hoy mismo y hablamos.

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