UX en entornos multilenguaje

Experiencia de usuario
07/3/2016
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Daniel Torres Burriel
Escritorio redondo con laptop, gafas, planta, celular, lápices y unas manos de mujer tecleando.

Es muy común escuchar hablar en los últimos años de globalización, de mercados únicos, de patrones culturales en los que encontramos similitudes independientemente de la localización geográfica de los agentes que los consumen. Es, igualmente, habitual ver en las noticias a niños en el sur de Asia vistiendo camisetas de equipos de fútbol europeo, o a cadenas de comida rápida en Moscú o en Pekín.

Maestrex
Maestrex experiencie, proyecto multilenguaje

En el mundo digital las fronteras, nos dijeron, se diluyen y es perfectamente posible hacer una compra online en una tienda radicada en San Francisco o en Manila. Claro que no es todo así de sencillo en muchas ocasiones, y de algún modo encontramos restricciones o algunas barreras, leves, que entendemos y comprendemos debido a que se nos preguntan cuestiones que consideramos coherentes.

Es lo que sucede, insisto que en el ámbito digital, cuando tenemos que seleccionar bien el idioma o bien nuestra localización geográfica antes de entrar a un e-commerce a ver lo que hay o a comprar. O cuando vamos a seleccionar un producto y el sistema nos dice, a veces amablemente y a veces no, que no hay disponibilidad de ese producto para nuestro país de residencia.

Ni que decir tiene que dentro del ámbito digital hay un segmento de producto que mantiene ese tipo de restricciones o barreras, y que aunque nuestro ego racional las comprenda, nuestro ego visceral las detesta. ¿O, qué sensación nos recorre el cuerpo cuando desde fuera de U.K. queremos acceder a una emisión en streaming de la BBC? Creo que más o menos la misma o parecida que cuando entramos, inocentes de nosotros, en netflix.com (que no netflix.es) y pretendemos suscribirnos al canal estadounidense de pago por streaming, pretendiendo ver el estreno de la serie de moda (que sabemos que no está disponible más que allí). O cuando entramos en Spotify desde fuera de nuestro país de residencia, y donde nos hicimos usuarios de pago, y encontramos que no hay disponibilidad del catálogo musical.

¿Qué es lo que hay detrás de todos estos escenarios? Hay muchas cosas, y muchas de ellas se escapan del control del diseño de la experiencia de usuario. Pero eso no es inconveniente para que desde esta disciplina podamos atender a paliar de algún modo las barreras que son, por imperativo legal, insalvables.

En este punto siempre me gusta recordar que dentro del ámbito de la internacionalización, pese a lo que mucha gente aún piensa, entre la traducción de un producto digital y la localización del mismo hay diferencias importantes.

Creo que no tenemos de explicar lo que es a traducción de un producto digital. Pero puede que tengamos que explicar qué es la localización.

La localización es el proceso de adaptar el software para una región específica mediante la adición de componentes específicos de un locale y la traducción de los textos, por lo que también se le puede denominar regionalización.

O lo que es lo mismo: no nos quedemos en la convención de la traducción de los contenidos, textos, a otro idioma, sino que abramos un poco más la perspectiva y pensemos en todos los elementos, culturales incluidos por supuesto, que afectan o pueden afectar a la total comprensión del sistema en un entorno regional diferente.

Así las cosas, además del propio idioma, la internacionalización de los componentes de un producto digital abarcan cuestiones como:

  • Símbolos
  • Expresiones literales
  • Significados del color
  • Unidades de medida
  • Representación del tiempo
  • Formalismos
  • Significantes culturales

Pero además de todo esto, es crítico considerar todos los elementos diferenciales que dentro de un mismo negocio, internacionalizado, pueden darse. Que se dan, no os quepa duda.

En el estudio hemos trabajado el año pasado y este año en dos proyectos de esta naturaleza y las herramientas técnicas que hemos utilizado para solventar estas cuestiones han sido:

  • Entrevistas individualizadas
  • Workshops colaborativos
  • Cuestionarios con preguntas cerradas
  • Sketching
  • Wireframing

El modo en que hemos utilizado estas herramientas queda relegado a las funcionalidades principales de los proyectos, pero en lo que tiene que ver, y se puede contar, con el tema del multilenguaje tenemos muy claro que los workshops colaborativos han sido la herramienta que más nos ha ayudado a contar con una visión global y a la vez con una vista parcial, de carácter local.

¿Cuál es vuestra experiencia al respecto? ¿habéis tenido algún tipo de dificultad especial a la hora de diseñar productos digitales de ámbito global que exijan de localización?

Si tenéis en mente abrir vuestro negocio digital a un ámbito global os podemos ayudar a mantener y mejorar la experiencia de usuario de cara a seguir siendo eficientes con el negocio. Podéis contactar con nosotros y hablaremos.

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3 respuestas a “UX en entornos multilenguaje”

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